martes, 19 de octubre de 2010

CASO CLÍNICO.

Fue llevado a consulta un canino macho de 2 años de edad. Mestizo, con un peso aproximado de 25 kg.
Motivo de consulta: el propietario manifestó que el animal sufría de prurito y que el aspecto de la piel en la región del abdomen era anormal.

Según la anamnesis, esta situación se presentaba desde hacía unos 6 meses, durante los cuales también el animal cursaba con otitis recurrentes.
Al momento de la consulta, el paciente se encontraba realizando un tratamiento con prednisona a razón de 0,5 mg./kg., sin que se observaran resultados.

Examen clínico.
Se constató hiperpigmentación e hiperqueratosis en la piel de la región abdominal, prepucio, escroto y tórax ventral.
A nivel de los flancos de observó una alopecía simétrica leve.
Otro aspecto a destacar fué la presencia de ginecomastia.

                                                         Esquema de las lesiones. Vista ventral y dorsal.

El médico procedió a la evaluación de ambos testículos ante la posibilidad de Tumor de Células de Sértoli; se detectó tamaño, consistencia y capacidad de deslizamiento normales.
Se administró 6 mg. de acetonida de triamcinolona para tratar el prurito.
Pasados 21 días se constató disminución marcada de los síntomas dérmicos, y el propietario manifestó el cese total del prurito.
Se examinó nuevamente al animal, observándose la persistencia de la ginecomastia, y también de la hiperpigmentación y liquenificación del área escrotal.
Se realizó una biopsia cutánea. Desde el punto de vista histopatológico se evidenció: engrosamiento epidérmico con proliferación de varias capas no habiendo pérdida de núcleo en las más superficiales, edema en corión,  infiltración de células inflamatorias redondas (linfocitos) y paraqueratosis no inflamatoria.
A los 35 y 42 días de hecha la primer consulta, se procedió a realizar nuevas evaluaciones y se comenzó el tratamiento con Enantato de Testosterona a razón de 5 mg./kg. (2 dosis).
En dichas oportunidades se reveló una evolución favorable, persistiendo la ginecomastia, hiperpigmentación e hiperqueratosis en escroto.
Al día 45 nuevamente el paciente presentó otitis externa ceruminosa en ambos oídos.
El día 70 se realizó un nuevo control, en el que se constató compromiso dérmico abdominal y prurito persistente.
Aumentó el nivel de ginecomastia, y la otitis se presentó en forma intermitente en el período entre los controles.
Se examinaron nuevamente los testículos comprobándose su normalidad.
Teniendo en cuenta los signos clínicos anteriormente descritos y los resultados de la terapia, se obtuvo el consentimiento del propietario para la realización de una castración.
A la observación macroscópica los testículos presentaron tamaño, forma, textura, color y consistencia normales.
En el examen microscópico se observó: tejido testicular normal en general, túbulos seminíferos con 5 a 6 capas de células germinales, y células de Sértoli y Leydig normales.
Luego de la cirugía, se comprobó la total eliminación de los signos y síntomas presentados.

Diagnóstico: Síndrome de Feminización Idiopático del Macho (SFIM).

Es de suma importancia la morfología de las lesiones en piel para el correcto diagnóstico. En este caso las lesiones cutáneas secundarias que caracterizan al SFIM, se manifestaron con regularidad.
Otros signos a tener en cuenta son el prurito marcado, la ginecomastia y la otitis.
Una explicación posible para las afecciones de la piel, es la influencia de las hormonas sexuales sobre la epidermis, glándulas sebáceas y folículos pilosos, produciendo entonces alteraciones dérmicas.
Se ha indicado que el SFIM produce enfermedad cutánea seborreica, por lo que la otitis estaría relacionada con dicho trastorno.
En cuanto a los niveles sanguíneos hormonales, diversos autores (1) han descrito la ausencia de diferencias reveladoras entre machos normales y machos con signos de SFIM.
La alteración a nivel cutáneo podría deberse a que:
  • estaría alterada la conversión periférica de una hormona sexual a otra,
  • habría una menor actividad hormonal a nivel local, a causa de la unión a proteínas,
  • se produciría una alteración en concentración y sensibilidad de los receptores a estrógenos y andrógenos ubicados en la piel.
Generalmente el tratamiento se dirige al empleo de corticoides, testosterona y la realización de castración.
En este caso se recurrió a las tres alternativas, constatándose con el uso de corticoides y testosterona una atenuación temporal de la sintomatología, excepto la ginecomastia.
El procedimiento de la castración confirmó el diagnóstico de SFIM, tanto por la histopatología testicular normal como por la desaparición de los síntomas clínicos.


1. MATTHEEUS, F. and COMHAIRE, F.: Oestradiol and Testosterone in male dogs with alopecia and feminization without testicular neoplasic.

Caso clínico extraído de la revista "PET'S Ciencia" de Ciencia Veterinaria Editora S.R.L. Nº 47 Año 1993.

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